Silvio Rodríguez

RESEÑA DE UN ELEGIDO

Por Víctor González Solano

“Siempre que se hace una historia se habla de un viejo, de un niño o de de si”. Aunque ésta no es propiamente una historia, es una reseña, por así decirlo, de un hombre común. Es una reseña que tiene que ver con la Nueva Trova, con la canción comprometida, la poesía, el amor. Es una reseña que tiene que ver con el curso de la tierra. No es una reseña enterrada, es sobre un ser de esta vida. Es una reseña sobre Silvio Rodríguez.

Antes de abrir las puertas que nos llevan a la vida del trovador, hay que hacer un alto en su antejardín: El Movimiento Nueva Trova Cubana.

Los poetas Víctor Casaus y Luís Rogelio Noguera en su libro “Silvio: que levante la mano la guitarra”, refiriéndose a la nueva trova anotan: “No existe una investigación coherente y documentada que explique desde un punto de vista artístico ese vigoroso fenómeno”. Agregan que “se conoce a lo sumo, que el movimiento surgió hacia finales de los años sesenta, y que forma parte – lo cual obviamente, no disminuye su originalidad – de un movimiento mayor continental: la nueva canción latinoamericana”.

Algunos de sus integrantes, como Pablo Milanés y Sara González, han reconocido públicamente haber recibido en la parte musical una influencia notoria del Fillin, un movimiento musical que produjo figuras de la talla de José Antonio Méndez y César Portillo de la Luz. Otros integrantes, en su gran mayoría, se han declarado continuadores de la llamada Trova Tradicional. Es una continuación de lo de ayer tomando los sucesos de hoy sin dejar de lado elementos fundamentales que siempre se han mantenido y seguirán vivos mientras el hombre haga canciones: el amor por la patria, las flores, los amigos, los hijos, los padres, las mujeres, etc. Hoy por hoy se dice que el punto de unión entre la Vieja Trova y la Nueva Trova es la guitarra.

Silvio Rodríguez Domínguez nació un 29 de noviembre de 1964 en San Antonio de los Baños (Cuba) bajo el signo de sagitario que hace a los seres optimistas, despreocupados, filósofos, con un gran respeto por lo humano y por el amor, sinceros y amantes de la felicidad.

Fue criado en un mundo musical. El ambiente que lo rodeó desde niño estuvo siempre impregnado de canciones, sones y danzones que su madre entonaba mientras hacía sus oficios y lo cuidaba.

Silvio, además de cantor y compositor, es un excelente dibujante. Durante muchos años dibujó caricaturas para diferentes revistas y periódicos de la Habana. También hizo programas de radio y televisión.

La canción de Silvio ha sido duramente criticada. Estas llevan el contenido propio de una canción de reflexión. Tal vez sean raras y a veces no gusten al común de la gente, a los oídos donde sólo penetra lo comercial pero si nos adentramos en ellas nos damos cuenta de que son hermosas.

El mismo Silvio explicó en una ocasión el porqué de sus canciones raras: “Cuando se compone para gustar, para caer bien, para que pague, para estar en la onda, entonces estamos en presencia de una manipulación mercantilista de la canción, del arte y del artista. Mi canción actualmente es una especie de Frankenstein del pentagrama. Tiene una hibrides escalofriante, tiene de todo lo que sé, de lo que imagino, e incluso de cosas que sabré mañana”.

A raíz de todos esos comentarios en torno a sus canciones y que algunos, en un acto de precipitad e ignorancia, las tildaron de indecentes, Silvio escribió esta letra:

“No crean que es majadería

Que nadie se levante aunque me ría

Hace rato que vengo lidiando con gente

Que dicen que yo canto cosas indecentes.

Te quiero, mi amor,

No me dejes sólo.

No puedo estar sin ti

Mira que yo lloro

¿No ven?, ya soy decente.

Me fue fácil.

Que el publico se agrupe y que me aclame”

COMO SE HACE UNA CANCION

Cuando le preguntaron a Silvio de qué manera hace una canción este respondió: “Una canción se hace sufriendo. Por muy alegre que sea la canción se hace en medio de una agonía tremenda”

Sin pretender dictar catedra en torno al contenido de la canción de Silvio, queremos hacer un analisis de algunos elementos que son bien utilizados y bien tratados por el trovador. Es es caso del sexo, donde diferenciando mucho de la canción comercial, Silvio lo trata con mucho tacto, sin morbosidad, en muchos casos en plan de censura:

“De nada le sirve ser amigo,

De nada le sirve ser hermano:

El sexo es el juez universal del ser humano.

Y si eres mujer no pidas ni agua

Si cambias de hombre por semana:

El odio te sigue, inevitable, cama a cama”.

( Acerca de los padres)

Y el amor no podía estar ausente de las canciones de este cubano. Es tratado como algo puro y sencillo. Hay una entrega total. En medio de lo difícil, en medio de las metáforas, el amor surge como elemento esencial no sólo de la canción sino del hombre en si:

“Te ameré, te amaré junto al viento

Te amaré como único sé

Te amaré hasta el fin de los tiempos

Te amaré y después te amaré”

( Te amaré y después )

“Mi amor, este amor aguerrido,

Es un sol encendido

Por quien merece amor”

( Por quien merece amor)

Esta canción la compuso a finales del año 81. Nació como respuesta a los Estados Unidos que por esa época habian decretado un bloqueo naval a Cuba.

No han faltado en sus canciones los héroes o las heroínas. Ha compuesto muchas para estos personajes que han luchado por la patria o alguna buena causa. Son personajes que el trovador muchas veces ve como seres de otro planeta. “La canción del elegido” y “Playa Girón” son dos ejemplos patéticos. La primera fue escrita para el Che, Bolívar, Andino, Martí… y la segunda a la memoria del Mayor General Ignacio Agromonte y Loynaz:

“Siempre que se hace una historia

Se habla de un viejo, de un niño o de si,

Pero mi historia es difícil:

No voy hablarles de un hombre común

Haré la historia de un ser de otro mundo,

De un animal de galaxia”.

( Canción del elegido )

“Va cabalgando

El Mayo con su herida,

Y mientras más mortal el tajo

Es más de vida”.

( El Mayor )

La muerte es personaje central en muchas de sus canciones. La muestra a veces como cosa buena y en otras como algo sumamente negativo. Aunque hay que decir que para Silvio la muerte es la natural consecuencia de vivir:

“Se que la vida se esconde

Tras la apariencia de un muerto”

( Los compromisos )

“No afirmar estar muriendo de vivir?”.

( Bajo el arco del sol)

En la canción “Testamento” Silvio deja ver su preocupación para encarar la muerte y su temor, no a la muerte, sino al marcharse sin hacer tantas cosas. “Además de un testamento, esta canción es un manifiesto, una poética, una especie de índice temático de su obra poético-musical, y, por ende, una suerte de auto retrato. Allí esta la amplia gama de resonancias humanas que Silvio vierte en sus canciones y que han hecho de él algo más que un cantor comprometido o un simple reflejo de la revolución cubana. Escribe esta canción poco antes de partir a Angola a cantarle a los soldados cubanos que allí combatían. La posibilidad, casi añorada por él, de que un proyectil lo espere en una selva lo lleva, seguramente, a volcar en una canción todos los proyectos que una bala podría abortar. Usa para ello la alegoría de un testamente que no reparte lo que se tiene, sino lo que nos falta”:

“Como la muerte anda en secreto

Y no se sabe qué mañana

Yo voy a hacer mi testamento,

A repartir lo que me falta

Pues lo que tuve ya está hecho

Ya está abrigado, ya esta en casa”.

( Testamento )

Este trovador cubano que ha llenado estadios y teatros en Méjico, Nicaragua, España, Alemania, Venezuela, Colombia, Argentina, Chile, Ecuador, Uruguay, etc., es hoy por hoy un digno representante de la nueva canción latinoamericana.

Del libro de los poetas Víctor Casaus y Luís Noguera hemos sustraído la parte final de una entrevista con el trovador. Por su vital importancia y por llenar tanto en tan poco espacio, la transcribimos:

La cualidad que más aprecias el dominio de la voluntad.

Tu idea de la felicidad: el infinito.

Tu idea de la amistad: la joya mejor, pero no la única.

El defecto que más fácil perdonas: la muerte

El defecto que más desprecias: la mentira.

Tu ocupación preferida: trabajar.

Tu poeta preferido: Martí – Vallejo – Quevedo.

Tu cantante preferido: Pablo Milanés, Steve Gonder, Milton Nascimento.

Tu compositor preferido: Violeta Parra, Beethoven, Chico Buarque, Lennon-McCartney.

Tu nombre preferido: Che.

Tu héroe preferido: los mutantes y los magos.

Tu color: el azul.

Tu divisa: Todo o nada.

Tu experiencia más insólita: cuando nació mi hija Violeta.

Tu experiencia más cotidiana: la inconformidad.

Si tuvieras que resumir en una frase lo que has aprendido en estos años ¿cuál será? Donde hay hombres no hay fantasmas.